El gobierno prometió que Correos de México se convertiría en una de las mejores empresas públicas postales del mundo; sin embargo, bastó un pleito entre funcionarios para frenar su ambicioso programa de transformación.
El catedrático Gabriel Sosa Plata considera que "pareciera que esta nueva forma de trabajo, estrategias y visión del nuevo director de Correos, Andrés Casco Flores, avalado por sus superiores, lo único que plantea es un escenario de extinción".
La promesa rota era modernizar una red con presencia en más de 18 mil comunidades; hacer los procesos automatizados; duplicar el número de oficinas para llegar a 3 mil, con 20 mil puntos de atención y llegar a una cobertura de 98% de la población.
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