viernes, 8 de mayo de 2009

Áreas de consolidación o ASL: Telmex se rebela

Columna radiofónica “Telecom y Medios”

Noticiario Pulso de la Tarde, Radio Educación

8 de mayo de 2009

Foto tomada de: http://www.sanluispotosi.gob.mx


Por Gabriel Sosa Plata


Telmex se rebela. La empresa de Carlos Slim está obligada en diferentes etapas a reducir, desde el pasado 4 de abril, los destinos de larga distancia en el país mediante la consolidación de 70 áreas de servicio local (denominadas ASL), pero simplemente no lo ha hecho. Se imaginará la polémica que este caso genera en el ya de por si confrontado sector de las telecomunicaciones.

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) analiza una propuesta que le envió recientemente la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) para sancionar a la telefónica por el incumplimiento y anunció que en julio o agosto tendrá su veredicto.

Los competidores de Telmex se frotan las manos y exigen el mayor castigo posible: la revocación de la concesión. El pasado martes, Javier Tejado, el afamado operador de la ley Televisa y quien escribe cada 14 días en el periódico Reforma, analizó el caso y dijo que se estarían configurando los supuestos establecidos en el artículo 38 de la Ley Federal de Telecomunicaciones para revocar la concesión de Telmex.

No tardará la Cámara Nacional de la Industria de las Telecomunicaciones por Cable (Canitec), dominada por Televisa, ni Telefónica Movistar, el grupo español que le disputa a Telmex el mercado de las telecomunicaciones en América Latina y en México, para lanzarse una vez más en contra de Carlos Slim y sus prácticas anticompetitivas y exigir al gobierno lo mismo: la revocación de la concesión.

Los competidores de Telmex, con prácticas similares que ahora cuestionan, saben que el gobierno no le quitará la concesión a Slim. Pero suena impactante mencionarlo y exigirlo, al igual que los argumentos para consolidar las áreas de servicio local porque se asegura que beneficiará, tal como en su momento se ufanó la Cofetel, a 913 poblaciones con 2.7 millones de líneas fijas y 6.2 millones de líneas móviles, además de representar un beneficio económico para los usuarios de 48 millones de dólares al mes, al dejar de pagar larga distancia en sus llamadas.

Telmex ha mantenido silencio ante la nueva polémica, supongo que para no hacer más ruido. Pero su posición para oponerse a la medida ya la había manifestado en noviembre de 2008, al calificarla como “populista e inmediatista” porque, dijo al periódico Reforma, traería beneficios sólo para un grupo de usuarios y operadores extranjeros y cancelaría el trabajo de Telmex en telefonía rural.

También recordó, aspecto que hasta ahora no ha sido desmentido, que la consolidación de áreas fue promovida por Telefónica Móviles y retomada por Cofetel. Originalmente, se había puesto como fecha para el inicio de este proceso el 1 de noviembre de 2008. Sin embargo, Telmex interpuso un recurso de revisión que suspendió la medida. Aquí es donde algo tuvo que ver la exsubsecretaria de Comunicaciones, Purificación Carpinteyro. Incluso el caso se encuentra en la Contraloría Interna de la SCT.

Telmex también advirtió que la reducción de las primeras siete áreas traería consigo que 150 mil líneas tuvieran un mismo número telefónico, además de que no habría recepción ni completación de llamadas locales, nacionales y del extranjero. (Reforma, 4 de noviembre)

En su informe anual 2008, Telmex hace referencia al tema. Dice que las ASL se han reducido de dos mil 200 en 1998 a 397 al cierre de 2008 y que podrían reducirse más. De igual manera menciona un dato que se debe contrastar con otros países de la OCDE; afirma que cada ASL en México tiene una superficie promedio de aproximadamente cinco mil kilómetros cuadrados, en donde se atienden alrededor de 262 mil habitantes en cada una. “Estos datos comparan muy favorablemente con los observados en otros países, como los Estados Unidos de América, que tiene cerca de 26 mil ASL y donde, en promedio, se atiende a menos de 12 mil habitantes, o las de España, que con 508 ASL cubren sólo 993 kilómetros cuadrados y atienden a 87 mil habitantes”.

Ya con los cambios en la SCT, la Cofetel emitió un nuevo calendario por el cual a partir del 4 de abril y hasta el próximo 16 de mayo se llevaría a cabo el proceso de consolidación de las 70 áreas de servicio. Pero como mencioné, esto no ha ocurrido, lo cual también echó a perder las “buenas cuentas” o los “logros” de la SCT y la Cofetel. “No hubo avance, si Telmex no hace la consolidación, las demás empresas tampoco pueden hacerla porque la terminación que da Telmex entonces continúa siendo interconexión de larga distancia”, dijo el comisionado de la Cofetel, Rafael del Villar.

La guerra de los oligopolios continúa igual de intensa que antes. Ni el virus A N1H1 paralizó las acciones en el campo de batalla de este sector. Por lo pronto, Telmex hace una demostración de su fuerza y fastidia a sus competidores, así como al órgano regulador supuestamente robustecido por la ley Televisa. Y esto así seguirá mientras a Carlos Slim le impidan ofrecer televisión restringida a través de sus redes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Imaginemos por un momento el sueño de Azcárraga y de Salinas Pliego: ¡PUM! Le retiran la Concesión a TelMex y Slim se va a la ruina en México... y se la pasan a Azcárraga y Salinas Pliego. ¿Tendrán en ese momento, Azcárraga y Salinas Pliego, la capacidad de absorber todo lo que es Telmex? ¿Qué pasará con todos sus trabajadores directos e indirectos y con los sindicatos involucrados? ¿Tendría algún efecto en la economía mexicana en estos momentos de devaluación, inflación, desempleo y recesión... durante la presente administración del Presidente del Empleo para que vivamos mejor?
Al menos espero que no contribuya a empeorar la epidemia de AH1N1.
Saludos.
Raúl Alva.

Mariana Torres dijo...

Sin duda, una guerra de lo más interesante: de un frente el empresario más importante del país (y me quedo corta porque no estoy segura del número que tiene en el conteo de los más ricos del mundo), y del otro el mayor de los gigantes de los medios; cada uno invadiendo los terrenos del otro gracias a la convergencia digital. ¿Quién ganará? Y, muy importante, ¿a quién van a regular las autoridades? ¿lo harán? ¿dejarán que se destrocen sin meter las manos? Después de todo, estar en favor de alguien, no será tomado por el otro como un acto de legalidad, sino como una ofensa personal... ¿a quién quieren de enemigo?