Calderón y la radio digital

Por Gabriel Sosa Plata

Publicado en El Universal, Finanzas, 26 de septiembre de 2006

Repentinamente, como si se tratara de la última oportunidad o si existiera algún temor por la llegada del gobierno de Felipe Calderón, los empresarios de la radiodifusión echaron a andar su maquinaria política para que antes del término de la administración foxista, se decida el estándar de radio digital terrestre que se desarrollará en México.

Bajo el mismo esquema de trabajo que se siguió para la aprobación de la política de televisión digital y que derivó, entre otros aspectos, en el bondadoso refrendo de concesiones por 18 años, sin que casi nadie se diera cuenta, se busca ahora definir el futuro de uno de los medios de comunicación con mayor influencia en nuestra sociedad.

En el marco de la renovación del Consejo Directivo de la Asociación de Radiodifusores de Valle de México (ARVM), los empresarios radiofónicos pidieron a la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) trabajar cuanto antes en el asunto y en menos de una semana tuvieron una respuesta positiva.

Con ese propósito, el 21 de septiembre pasado se llevó a cabo la primera reunión entre los comisionados de la Cofetel y los integrantes del Comité Consultivo de Tecnologías Digitales para la Radiodifusión (CCTDR), entidad creada casi al término del gobierno de Ernesto Zedillo, en julio de 1999, y entre cuyas atribuciones se encuentra precisamente la recomendación de los estándares digitales para la radio y la televisión.

A la reunión asistieron el presidente de la Red de Radiodifusoras y Televisoras Educativas y Culturales de México, la directora general del Instituto Mexicano de la Radio (IMER) y la directora general de Radio Educación, aunque en calidad de “invitados” y más como un acto de cortesía, debido a que el CCTDR, según el acuerdo de su creación, está integrado por sólo seis personas: tres que representan a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y tres que representan a la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT).

A quienes ni por cortesía invitaron fue a los representantes de las 12 radios comunitarias que operan en México. Su peculiar forma de subsistencia -los recursos otorgados por la comunidad a la que sirven-, los convierte en una voz distinta que no es, por obvias razones, representada por los demás directivos de la radio permisionada. Tampoco fueron convocados los pequeños radiodifusores de AM. Su presencia era fundamental porque la CIRT tampoco representa plenamente sus intereses como quedó demostrado durante la discusión de la “ley Televisa”.

A ambos sectores, así se los dijo un funcionario de la Cofetel, se les dará la “oportunidad” (vaya concesión tan benevolente) de manifestar su opinión cuando el acuerdo de elección del estándar y la política de radio digital se dé a conocer vía la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer); es decir, cuando todo esté plenamente amarrado y, por lo tanto, existan ya muy pocas posibilidades para incidir con alguna propuesta que avale sus intereses.

Un compromiso menos

Por razones como las anteriores, un grupo de instituciones de reconocido prestigio, académicos y periodistas enviamos una carta al presidente electo y al secretario de Comunicaciones y Transportes, Pedro Cerisola, en la que los exhortamos a que en la determinación de las políticas públicas en radiodifusión, y de manera específica en el relevante tema de la digitalización, “el gobierno sea incluyente y cuente con una visión amplia e integradora de las necesidades y expectativas de todos los actores, tanto públicos como privados”.

Quienes suscribimos el documento coincidimos también que el proceso de convergencia digital está lejos de ser una simple transición tecnológica. “Tiene implicaciones de interés público como promoción de la competencia en el sector, ampliación de servicios de información y comunicación a nivel comunitario, optimización en el uso del espectro radioeléctrico, acceso a nuevos servicios de telecomunicaciones, promoción de contenidos locales y de la diversidad cultural”, se dice en la carta.

La misiva es firmada por la Red de Radiodifusoras y Televisores Educativas y Culturales de México, la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación (AMIC), la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) en México, la Asociación Mexicana del Derecho a la Información (AMEDI), la Fundación Manuel Buendía, Revista Mexicana de Comunicación, Revista Zócalo y el Sindicato de Radio Educación. En lo particular suscriben el documento colegas como Javier Corral Jurado, Jorge Meléndez, Raúl Trejo Delarbre, Fátima Fernández, Fernando Mejía Barquera y Javier Esteinou (la carta completa puede consultarse en el sitio web www.radiomexicana.com).

La razón por la que decidimos enviar la carta a Felipe Calderón es que, independientemente de los actos de gobierno que su administración tendrá en la radiodifusión, sus 100 compromisos a llevar a cabo en los primeros 100 días de su gobierno, incluyen la elección del estándar de la radio digital. Si la SCT y la Cofetel han decidido satisfacer la demanda de la industria radiofónica, Calderón se habrá ahorrado un importantísimo compromiso.

Nuevos operadores

En la elección del estándar de la radio digital y las acciones a seguir para su implementación varios aspectos muy relevantes estarán en juego: la posibilidad de dar cabida a más emisoras de radio y nuevos operadores en el sector; la duración en el refrendo de las concesiones; la solución o no al problema que enfrentan las emisoras de AM por la disminución de audiencias generada, entre otras causas, por la calidad de su sonido; el establecimiento de reglas para que las emisoras de servicio público cuenten con los recursos suficientes para que pueden realizar su transición analógico-digital y otras definiciones sobre las cuales escribiremos próximamente.

Por eso es que, insistimos, no basta una sola opinión en este tema. El CCTDR debe reformarse para que integrar, al menos, no como invitados sino como participantes activos con voz y voto, a todos los jugadores de la radio en México. Si no fuera así, es previsible un nuevo “albazo” en materia de medios.

Profesor e investigador invitado de la UAM Cuajimalpa
gsosap@yahoo.com