martes, 16 de octubre de 2007

Lo que el presidente quiso decir


Por Gabriel Sosa Plata

Columna "Telecom y Medios", publicada en El Universal, Finanzas, 16 de octubre de 2007

Incertidumbre es la palabra que podría caracterizar el momento que se está viviendo en la radio, la televisión y las telecomunicaciones. Lo que vimos y escuchamos la semana pasada, es una muestra de lo agitado que se encuentra el sector por la falta de definiciones y de acciones. Sin embargo, poco hizo el presidente Felipe Calderón para disminuir la zozobra.

Tal como aquí lo anticipamos, el presidente Calderón no hizo anuncios ni pronunciamientos relevantes durante su reunión con los empresarios de la radio y la televisión. Tal actitud decepcionó a muchos, a la mayoría, pero tranquilizó a otros, particularmente a los dueños de Televisa, Televisión Azteca y Telmex, que podrán vivir unos años más sin preocuparse de enfrentar una competencia realmente fuerte y seguir disfrutando las bondades de estar en una posición dominante en sus respectivos mercados.

¿Qué es lo que sí dijo el jefe del Poder Ejecutivo? Muy poco en realidad, pero destaca lo siguiente: a) que es y será el titular de la SCT quien otorga y refrenda las concesiones de radio y televisión abiertas, lo cual significó un espaldarazo a Luis Téllez y un duro golpe a los comisionados del órgano capturado por los regulados, es decir, la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), y b) que continuarán los operativos para cerrar las emisoras de radio y televisión que transmiten sin el permiso correspondiente; esto es, nada nuevo, ya que el gobierno foxista no dejó de hacerlo.

¿Qué es lo que no dijo el presidente Calderón? Mucho, entre otros aspectos lo siguiente: a) qué sucederá con la integración de la Cofetel, luego de que la Corte le puso en bandeja de plata la renovación total del pleno, independientemente del curso que tienen los amparos promovidos por Rafael del Villar y Gonzalo Martínez, y b) cuál será la posición del gobierno en torno de la reforma al marco legal de los medios que se prepara en la Cámara de Senadores.

Tampoco quiso decir: c) qué sucederá con la tan prometida transición analógico-digital de la radio y las acciones para apoyar a los concesionarios y permisionarios de emisoras de AM (que desde hace años exigen sus canales “combo” de FM); d) si se le quitará o no el candado que tiene Telmex en su título de concesión para ofrecer servicio de televisión restringida, y e) cuáles son las metas y los tiempos para hacer realidad sus reiteradas y bien intencionadas, pero hasta huecas tres “c” de competencia, convergencia y cobertura.

¿Qué es lo que quiso decir el presidente Calderón con eso que “junto con la Cámara de la Industria de Radio y Televisión” se definirá “el mejor camino a fin de que en el marco de la ley se establezcan procedimientos claros y asequibles para quienes buscan la renovación de sus concesiones...”? ¿que no acaso dichos procedimientos corresponde establecerlos única y exclusivamente a la SCT, con base en la sentencia de la Corte? Como afirma el colega Fernando Mejía Barquera (Milenio, 13 de octubre) “es grave que se exhorte a la SCT y a la CIRT para tomar acuerdos sobre la renovación de concesiones cuando ambas, simplemente, deberían acatar la ley”.

En manos del Poder Ejecutivo

Acabar con la incertidumbre que prevalece en la radiodifusión y las telecomunicaciones depende en buena medida de las decisiones que tome el presidente Calderón. En sus manos está terminar con muchas de las indefiniciones en cuanto a la mayoría de los temas ya mencionados y otros como un acuerdo de interconexión y la elaboración de una verdadera política de competencia y convergencia (como lo pidió la CANITEC la semana pasada), la tercera cadena de televisión, el canal del gobierno del Distrito Federal, los recursos para garantizar la transición analógico-digital de los medios permisionados, la revocación de las concesiones de los canales 46 y 52 por incumplimiento de las disposiciones establecidas en los títulos de concesión, una nueva reglamentación en materia de concursos y sorteos por televisión, entre otros asuntos más.

Todas las decisiones afectan de una u otra manera los intereses y los negocios de los operadores dominantes: Televisa, Televisión Azteca, Telmex y los grupos radiofónicos más fuertes del país. Es obvio que el presidente Calderón prefirió mantenerse cauto para evitar mayores enfrentamientos con esas poderosas empresas, luego de lo ocurrido con la reforma electoral y que implicará una merma importante en los ingresos de las empresas de radio y televisión. La duda es hasta cuándo el gobierno calderonista podrá soportar las presiones internas y externas para modificar un modelo de radiodifusión y telecomunicaciones que ni a su gobierno ni al país le conviene conservar.

Quizás también el presidente Calderón esté esperando lo que suceda con la nueva ley de medios que se elabora en el Senado. Puede ser un argumento para no actuar, pero aún con una nueva reforma o sin ella, el Poder Ejecutivo deberá asumir los costos de muchas decisiones. Ante la ambigüedad del gobierno calderonista en ese tema, el Poder Legislativo tiene ante sí una oportunidad de oro para establecer las bases de una sólida, democrática y competitiva política pública de la radiodifusión y las telecomunicaciones. De ahí la importancia de seguir muy puntualmente todo lo que ocurra en torno de esa reforma y de apoyarla si se guía bajo los principios definidos por la Corte. El futuro del sector está en la cancha del Congreso.

Satmex, Intelsat y más

Bajo el mismo ambiente de incertidumbre, la semana pasada se dieron a conocer tres noticias sobre Satmex: que se suspendió la venta de la compañía, que el gobierno no salvará a la empresa con recursos propios ni con estímulos fiscales y que se buscarán alternativas de refinanciamiento de su deuda y capitalización para la fabricación y lanzamiento del Satmex 8.

Y mientras Satmex continúa en las mismas, en las Bermudas, la empresa Intelsat lanzó su satélite Intelsat 11, el cual reemplazará a los satélites Intelsat 6B y 3R. El satélite construido por Orbital Sciences Corporation “atenderá a los principales programadores de video de América Latina y alojará la plataforma de servicios directos al hogar (DTH) más grande de la región”. El artefacto espacial tiene 25 unidades de transpondedor en banda C y 18 en banda Ku.

Televisiones en México. Un recuento histórico es una obra nueva de la Universidad de Guadalajara. Sus autores, Guillermo Orozco y Francisco Hernández, nos ofrecen de manera ágil, amena, las diferentes visiones sobre la televisión en México. Por eso es que lo mismo se habla de los “usos privados de la televisión” como de sus “usos sociales”. También hay un acercamiento a su programación, en especial a la telenovela. Sin duda, una lectura necesaria y oportuna en estos tiempos de reacomodo de los medios y el poder político.

Profesor e investigador invitado de la UAM-Cuajimalpa
Blog: http://radiomexicana.blogspot.com

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